El sexo Tántrico.
El Tantra viene del Budismo, no tiene ninguna relación con el Kamasutra (antiguo texto hindú escrito entre el año 240-550 D.C.). Tiene un carácter holístico, esto quiere decir que es una práctica basada en el “aquí y ahora”, en la integridad o “el todo” de aquello con lo que queremos tratar de esa forma.
Así, el tantra aplicado al sexo consiste en centrarnos en todo momento en nuestra pareja con la cual logramos tener mayor conexión emocional apareciendo una fusión de tal forma que parecemos un único cuerpo.
Logramos además ser conscientes del lugar y el momento en el que estamos, percibiendo el olor, la respiración y la textura de la piel de tu pareja, y entonces comienzan a surgir las energías.
Para ello previamente debemos preparar el escenario, con música de fondo, aromas y luces tenues.
Tiene mucha importancia centrarse en los Chakras, y esto lo conseguimos mediante masajes a nuestra pareja pasando por cada uno de ellos.
Igual con la respiración y la mirada a los ojos.
El sexo tántrico se caracteriza por centrarse en las caricias y abrazos, de tal forma que el hombre tántrico se excita al ver como la mujer disfruta de la sensación que este le propicia acariciando y besando cada con suavidad cada centímetro de su piel.
El orgasmo del hombre es controlado para que sea sin eyaculación, ya que así el pene se mantiene en erección y no necesita parar, para tener recuperación. Esto se consigue cuando el hombre es capaz de controlar y saber su punto de no retorno. Para ello, existen ejercicios concretos. Así conseguimos dar más placer a la mujer.
Cabe destacar, que es importante los cambios de ritmos y de intensidad, tanto en los besos, caricias… como en las penetraciones (que no es lo más importante de esta práctica sexual).
El hombre Tántrico por lo tanto se centra en que la protagonista del goce sea de la mujer, y por ello él también disfrutará.
¿Cómo comenzamos?
- Lo primero, una vez que hemos creado el escenario idóneo, eligiendo lo que va a ser “nuestro templo” y previamente ambientado con dulces tenues, música, olores, velas, aceites,inciensos. Generalmente usaremos el suelo y no la cama para favorecer las posturas. El comienzo será desnudamos a la vez, disfrutando de como nos vamos quitando cada prenda del cuerpo.
- Mientras hacemos esto, iremos controlando nuestra respiración, en un siguiente paso centrándonos en la inspiración y expiración, con los ojos cerrados durante 5 minutos hasta conseguir conectar con la respiración de nuestra pareja, haciéndola sólo una.
- El siguiente paso es mirarnos a los ojos en silencio… recordemos que la mirada es el espejo del alma y con la que podemos transmitir muchos mensajes.
- Tras esto ya podemos pasar a centrarnos en los charkras con un suave masaje ( de estimulación no de relajación )utilizando aceites que puedes adquirir aquí, comenzando desde los pies (tumbados boca abajo) hasta la nuca (último chakra), recuerda que no hay prisa, que estamos centrados en ese momento.
- Durante la penetración: Recomendable el descanso y el control de la respiración. La primera penetración debe ser estática. El pene deberá quedarse inmóvil dentro de la vagina, mientras la pareja continúa acariciándose, besándose y sintiéndose de manera suave. La vagina estará relajada, pero vibrante y cada vez más caliente, mientras que el pene deberá estar en esta misma sensación. Penetra, jueguen y descansa. Lo ideal, según los Tantristas, es que este paso dure al menos media hora. ¿Imposible? No. Se puede. ¡Inténtalo!
- Eyaculación contenida. Claro que tu primer deseo, después de estar sumamente excitado, será eyacular y buscar el orgasmo de inmediato. Aquí es donde debes aprender a controlar tu erección y evitar ante todo la eyaculación. Si esto pasa vuelve a la respiración y a las caricias suaves. Controla tu energía, no que ella te controle a ti. En todo caso tú o ella pueden apretar con dos dedos la zona del perineo, que queda entre el escroto y el ano, para evitar la eyaculación. Es importante aprender el punto de no retorno y sí previamente ejercitamos el suelo pélvico pues aún será mucho más fácil de controlar. En el sexo tántrico se prevé que esta práctica se haga al menos seis veces. Si crees que vas en la segunda y no puedes más, no te preocupes, estás iniciando y tampoco debes presionarte. Poco a poco tendrás más control sobre tu cuerpo, sensaciones y energía.
- El orgasmo no viene justamente en la eyaculación, sino que se alcanza alrededor de dos, tres o hasta cuatro horas después de muchísimas caricias y besos tántricos. Estarás cansado en algunas ocasiones, pero el placer delicioso y sutil te aseguro que no te dejará dormir y querrás más y más. Ya que ambos estén en total excitación y se hayan dejado llevar por toda cantidad de sensaciones, podrán llegar al coito, lenta y suavemente, hasta que se produzca el orgasmo y éste los llene de energía sanadora por todo el cuerpo y no sólo en los genitales.
Posiciones más prácticas del sexo Tántrico:
La pareja está sentada en la cama o el suelo con los brazos atrás para apoyarse. Se realiza una penetración lenta y con movimientos circulares. Ella puede separar un poco más sus piernas. Desde esta posición, hay que intentar que el movimiento sea lento, nada desesperado y siempre conscientes de la energía sexual que circula y que invade cada rincón del cuerpo.
La posición del misionero. El hombre está sobre la mujer. Él es quien tiene el control del movimiento y de esta manera será más fácil que pare cuando sienta que eyaculará.
La mujer a horcadas sobre él. Ella deberá controlar el movimiento y girar el pene dentro de su vagina de forma circular. Debe sentir cómo lo recorre y cómo él comparte su éxtasis.
La mujer acostada boca abajo y el hombre encima acostado. Esta es una de las formas en que la eyaculación puede pararse de inmediato porque el movimiento es muy lento debido a la incomodidad de la postura. La desventaja es que en esta posición, no hay demasiado contacto visual ni táctil.
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